miércoles, 27 de mayo de 2009

Quererse, de eso se trata…


Quererse es aceptarse, conocerse, escucharse, cuidarse, defenderse y animarse.
Es valorarse, con defectos y errores, con fracasos, con imperfecciones, con flaquezas, con dudas y con miedos.
Es creernos capaces, saber que podemos.
Es reconocer lo que somos, lo que significamos, es halagar lo que hacemos, lo que logramos.
Es elegirnos y admitirnos sin tapujos, sin disimulos, sin vergüenza.
Es entender que somos únicas, irreemplazables, importantes y merecemos ser queridas.
Es defender nuestras ideas, nuestros sentimientos, nuestro cuerpo, nuestra vida.
Es no dejar que nada ni nadie nos humille, nos someta, nos menosprecie, nos minimice, nos ningunee, nos esclavice, nos lastime, nos pisotee y nos dañe.
Es saber que ni un solo golpe puede justificarse, es no permitir que nos dobleguen con amenazas, que nos hieran con desprecios, que nos reduzcan a simples cosas, que nos utilicen y nos ultrajen.
Es hacerse valer, hablar cuando otros esperan que callemos, imponerse cuando otros esperan que bajemos la cabeza y obedezcamos, es decir NO cuando no queremos.
Quererse es pedir ayuda, es gritar para que alguien nos escuche, es decir ¡BASTA! antes de que sea tarde y luchar por una vida mejor, porque lo merecemos.

Las últimas estadísticas de denuncia por violencia familiar que manejamos (extraoficialmente) son: en lo que va del año 54 casos.

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